¡Buenas chupeteros! Si bien es sabido de lo complicado que es bañar a los bebés, pues en pleno invierno y con el frío más. Para bañar a nuestro bebé debemos procurar que este no pase frío en ningún momento incluyendo la hora del baño. Para ello, desde Un chupete para mi bebé, os traemos algunos consejos básicos para que podéis bañar a vuestro bebé sin que note que hace frío.
Cómo bañar al bebé cuando hace mucho frío o estamos en invierno
El baño es muy importante para los bebés, porque no solo nos ayuda a mantenernos limpios, sino que también nos relaja el cuerpo y la mente y de alguna manera se acostumbra a lo que realmente tiene que hacer casi todos los días a medida que crece.
Pero bañar a un bebé en verano o cuando la temperatura es adecuada es diferente que en invierno, cuando simplemente le quitamos la ropa ya ah cogido un resfriado. De hecho, considerando la caída extrema de temperatura en estos meses, su habitación debe haber sido calentada para que el bebé se sienta seguro y cálido, por lo que cuando se acabe la hora del baño, debemos asegurarnos de que no note el cambio de temperatura al desnudarlo, especialmente al ponerlo en agua.
Con estas sencillas técnicas, aunque hace frío afuera, aún puede bañar a su bebé ahora.
Calentar previamente el baño
Antes de considerar quitarle la ropa a tu bebé y prepararlo para el baño, deberás asegurarte de que la temperatura interior sea lo suficientemente cálida. La piel del bebé es muy sensible, así que considera aumentar el calor en casa en uno o dos grados.
Si tu baño está muy frío en invierno, puedes usar un calefactor, asegúrate de que todas las ventanas estén cerradas y selladas, y finalmente comprobar que la temperatura de baño esté por encima de los 22-24ºC, a esa temperatura puedes empezar a preparar el baño del bebé.
Comprueba la temperatura del agua
Poner el agua más caliente puede resultar más cómoda para tu bebé ahora que hace más frío afuera, pero asegúrate de que no te pasas con la temperatura dado que la piel del bebé es mucho más fina (especialmente cuando se trata de un recién nacido) y corremos el riesgo de quemarle. Lo ideal entonces será tener el agua del baño a una temperatura de entre 30 y 35 ºC.
Para comprobar que la temperatura está bien, puede usar el codo o la muñeca de modo que puedas notar que el agua se siente bien al contacto con la pie.
Tampoco dejes que tu bebé se sumerja demasiado tiempo en la bañera. Puede comenzar a sentir frío y su piel puede comenzar a secarse después de unos minutos.
No bañes al bebé todos los días
No es necesario bañar a tu pequeño todos los días (o todas las noches). Un baño cada dos o tres noches está bien durante los meses de invierno. Un baño de esponja suave cada pocos días para un bebé más pequeño también es suficiente.
Cuida la delicada piel del bebé
Dado que la piel de tu bebé puede sentirse muy sensible con el clima frío del invierno, es mejor usar jabón para bebés sin perfume y sin alcohol durante la hora del baño.
También será aconsejable poner al bebé una crema humectante que sea apta para su piel (es posible que desee cambiar a una fórmula más espesa en los meses de invierno) unos minutos después de sacar a tu bebé de la bañera y después de haberle secado bien.
Saca al bebé de la bañera y no tardes en ponerle el pijama
Una cosa importante a la hora de bañar al bebé cuando hace frío, será tener a mano tanto el pijama como un pañal limpio, ya que no querrás dejar a tu bebé pasando frío o desatendido una vez lo saques de la bañera.
Una vez hayas acabado con el baño, debes sacar al bebé de la bañera, envolviéndolo en una toalla con capucha para evitar que coja frío en la cabeza que estará mojada.
Luego, puedes mantener la cabeza de tu bebé cubierta con la toalla mientras comienzas a secarlo y vestirlo con el pañal limpio y un pijama limpio.
No debes alargarte o distraerte en hacer mimos al bebé ya que muchos lloran cuando los sacamos del agua. Cuánto antes seques su piel y la protejas con el pijama, mucho mejor dado que evitarás que coja aire y se acabe resfriando.